Anoche después de muchas idas y venidas, finalmente decidí ir a
un pequeño grupo de estudio al cual había sido invitado un par de veces.
Muy en el fondo no me había unido antes porque tenía una vaga idea de lo que podía tratarse y no quería hacerlo, la verdad es que no me equivoqué.
El libro que están estudiando o analizando se llama: Changes That Heal
(Cambios Que Sanan) del Dr. Henry Cloud, cuyo apellido es bastante irónico
si uno se pone a pensar en el contenido del libro.
Ayer comencé a leerlo, pero no puedo emitir un juicio aún.
Volviendo al tema del grupo. Debo admitir que me sentí medio mal, no por las personas con las que estaba, sino porque durante todo ese tiempo que estuvimos juntos, ellos fueron los únicos que compartieron lo que había en sus corazones,
o al menos algo de lo que hay en el. Yo no pude…no quise, y esta es la verdad.
El lema del libro es: Entienda su pasado de modo que asegure un futuro saludable.
No creo tener ganas de “entender” mi pasado, no por ahora.
No quiero compartir otra vez mi sufrimiento, que aunque me demuestren lo contrario, sigo creyendo que fue un error haberlo hecho. Admito que puedo estar equivocado.
Sin embargo esto es interesante porque anoche mientras estaba ahí recordé algo que estoy leyendo de Sinclair B. Ferguson. En su libro “The sermón on the mount” (El sermón de la montana), el explica lo que Jesús nos quiso decir en Mathew 5:22-25, que si hay algo entre dos personas, discusiones, pleitos, peleas, malos entendidos o como sea que lo quiera llamar, que no pase mucho tiempo sin que se resuelvan esas cuestiones…¡básicamente que hablen! Pero lo que también dice, y esto es lo interesante, que Jesús no nos esta diciendo que compartamos cada pensamiento en nuestros corazones, contarle a otros no nos va a llevar a la santificación. Lo que Jesús dice es, aceptá la responsabilidad y arreglá cualquier problema antes de que se produzca una muerte espiritual.
Entonces vuelvo a una vieja pregunta , ¿tiene sentido contarle a otros nuestros mayores temores, fracasos o tristezas? Ummm. No sé.
Necesito pensar un poco más al respecto. Lo que si sé es que necesito ejercitar la palabra “GRACE”…
...pero en mi mismo.
1 comment:
Muhcas veces me pregunte exactamente lo mismo q vos amigo... ¿tiene sentido contarle a otros nuestros mayores temores, fracasos o tristezas? Creo q llegue a la conclusion q no a todos, pero "sigue habiendo personas confiables", aunque sean personas imperfectas, hermosas personas q anhelan ayudar a los demas, se han comprometido con Dios a guardar los secretos de otras personas y sobre todo y algo super importante para mi "entienden lo q pasa xq lo han pasado"... quizas no la misma intensidad, no con las mismas cosas, pero hay muchos q sabemos lo q es esperar q una mañana alguien nos llame y nos diga: "esta bien, mi vida, era SOLO una pesadilla" ... dudo q eso pase en estos dias, pero de algo estoy segura: resolver el pasado nos ayuda a enfrentar el futuro... si seguimos anclados en nuestros viejos fantasmas q se han tornado hasta familiares, no dejaremos q Dios revele todo el potencial y la VIDA ABUNDANTE q el quiere, pero necesitamos ser valientes!
A veces me resisto a mirar hacia adentro OBVIAMENTE no quiero sufrir... ay ay ... seres humanos y nuestro sentido de haber sido creados para la perfeccion... es natural q querramos escapar, pero solo haciendo frente a nuestros miedos logramos superarlos.
Te entiendo mas de lo q pensas quizas...
Dios anime tu alma amigo.
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